Ubicada en la majestuosa Cordillera del Ananea, en el Distrito homónimo de la Provincia de San Antonio de Putina, en el Departamento de Puno, La Rinconada se erige como la ciudad habitada más alta del planeta, a una altitud impresionante de 5,100 metros sobre el nivel del mar.
Con una población aproximada de 50,000 habitantes, esta localidad minera ha ganado notoriedad por sus extremas condiciones de vida. Las temperaturas bajas y la escasez de oxígeno son una constante en este remoto lugar, donde la economía se sustenta principalmente en la extracción de oro. A pesar de las limitadas infraestructuras y servicios, La Rinconada sigue atrayendo a miles de trabajadores que buscan una oportunidad de sustento en medio de un entorno hostil.
Los residentes de La Rinconada enfrentan día a día el desafío de adaptarse a una vida en condiciones ambientales severas, donde la altura extrema y el clima inhóspito ponen a prueba la resistencia humana. Sin embargo, esta pequeña ciudad ha logrado mantener su dinamismo, impulsada por la búsqueda de mejores oportunidades económicas en la industria minera.
A medida que La Rinconada continúa creciendo, también surgen preguntas sobre el futuro de sus habitantes y la sostenibilidad de vivir en uno de los lugares más extremos del mundo. La vida en esta ciudad es una prueba constante de la tenacidad y el espíritu de supervivencia de sus pobladores, quienes han aprendido a prosperar en un ambiente que pocos se atreverían a llamar hogar.
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